1. Público objetivo

Es importante definir cuál es nuestro target, el público objetivo al que nos queremos dirigir con nuestra estrategia de social media. Esto condicionará como diseñaremos toda la estrategia, qué canales elegiremos y qué acciones llevaremos a cabo para que sean relevantes para este público en concreto. A la hora de definir nuestro target, tenemos que listar el máximo de características posibles que nos ayuden a definir lo que se conoce como «buyer persona», un cliente imaginario al que a veces incluso se llega a poner nombre, cara y a describir su posible vida. Saber todos estos detalles también es clave para poder segmentar nuestras acciones, es decir, filtrarlas para que nuestra comunicación en las redes sociales solo llegue al grupo de personas que cumplan los requisitos que hemos definido previamente, y no al resto que no entran en nuestro perfil.

A menudo, no solamente habrá un único target para nuestra estrategia, sino que tendremos dos o más. Aun así, es importante especificar muy bien cuál es nuestro público estratégico o prioritario y cuáles son los secundarios.