Una vez hayamos establecido claramente los objetivos, nuestro target y nuestro presupuesto, definiremos el conjunto de acciones que llevaremos a cabo en las redes sociales para conseguir llegar a los KPI marcados.
Estas acciones se dividen, a grandes rasgos, en dos categorías:
- Acciones orgánicas: son todas las acciones y publicaciones que hacemos en las redes sociales que no tienen ningún tipo de inversión publicitaria asociada. La mayoría de cuentas de empresa en las redes sociales obedecen a lo que se conoce como plan editorial, que consiste en publicaciones regulares que siguen un código visual previamente definido y se construyen sobre los valores de la empresa. El plan editorial es «la voz» de la empresa en su «día a día» y suele convivir con campañas de publicidad que tienen una inversión detrás. Cuando conviene, a algunos de los contenidos orgánicos se les puede dotar de una inversión si vemos que están funcionando muy bien o si queremos que lleguen a más usuarios o que consigan mejores resultados. Cuando eso ocurre, ese contenido, inicialmente orgánico, se transforma en un contenido pagado.
- Acciones de pago o campaña de publicidad: podemos invertir en publicidad en las redes sociales de una manera puntual en publicaciones que no forman parte de una campaña en concreto o como parte de una campaña de publicidad más extensa, con una identidad visual propia y una idea creativa específica.
En el caso de la campaña de publicidad en las redes sociales (o en otros soportes, como la televisión o la prensa), se suele contar con el llamado plan de medios, una planificación que resume dónde, cuándo y con qué objetivo invertiremos el presupuesto de publicidad.