2. Formatos narrativos innovadores

2.2. La obra transmedia y sus derivaciones

El desarrollo de canales digitales de las marcas y organizaciones exige plantear estrategias donde no solo haya un contenido principal, sino que este se disemine, fragmente o amplíe mediante esa multiplicidad de canales.

Para ello, a menudo se recurre a lo que se considera una estrategia transmedia, concepto acuñado por la investigadora en educación Marsha Ryder que posteriormente ha popularizado el investigador en comunicación Henry Jenkins, sobre todo mediante la llamada narrativa transmediática.

Un ejemplo muy conocido de narrativa transmediática es la saga de La guerra de las galaxias, iniciada con un filme en 1978 y que a fecha 2020 se ha desplegado en los siguientes formatos:

  • Una serie de películas que además de la trilogía original incluyen precuelas (relatos previos) y secuelas (relatos posteriores o spinoffs).
  • Diversas series de televisión sobre varios de los filmes previos.
  • Juegos y juguetes en línea y fuera de línea.
  • Libros y cómics.
  • Eventos oficiales y extraoficiales.
Figura 11. El nuevo y el viejo mundo narrativos respecto a la narrativa transmedia.
Fuente: Wikipedia en español, «Transmedia» (2020).

La guerra de las galaxias surgió de y derivó en varias películas cuando todavía no había redes sociales. Hoy en día, los proyectos que se consideren narrativas transmediáticas no solo se despliegan en formatos de ficción diversos (película, serie, juego), así como en diversas formas de entretenimiento y merchandising, sino que pueden narrar partiendo de los relatos originales mediante sus redes sociales oficiales, y también apoyarse en las de sus seguidores o fans para aupar aún más sus contenidos (el llamado CGU, o contenido generado por el usuario).

Figuras 12 a 14. Múltiples organizaciones culturales se han hecho sistemáticamente eco de los temas tratados por la serie de ficción El ministerio de tiempo por Twitter, sin por ello menoscabar el alcance y engagement de la cuenta oficial de la serie. Fuentes: cuentas oficiales en Twitter de ECOS de Asia, Museo del Traje, de Madrid, y El Ministerio del tiempo, respectivamente, 2020.

Así, en términos de ficción, el contenido transmedia ocupa un lugar cada vez más destacado en las estrategias de planificación y desarrollo de contenidos que incluyen necesariamente redes sociales, pero no solo en la vertiente ficcional. RTVE también alberga excelentes casos de estudio de documentales transmedia o webdocs que han contado con su plataforma digital para distribuirse (y el apoyo de sus redes sociales como herramienta de promoción de tales contenidos), pero en esta vertiente informativa también cabe destacar el contenido de marca, o branded content.

Agencias como CNX se han especializado en crear contenido de marca (lo cual incluye contenido narrativo), en este caso partiendo de su experiencia como filial de Condé Nast (grupo editorial internacional especializada en publicaciones de moda y viajes). En el ámbito periodístico, T Brand Studio es la agencia del New York Times que genera branded content para marcas seleccionadas, a menudo publicado como paid post (‘publicación patrocinada’) en el propio New York Times.

Figura 15. Instagram de la agencia creativa CNX de Condé Nast, con representación en Nueva York y en Madrid. Fuente: perfil oficial de Instagram de CNX (2020).

Si bien una estrategia basada en generar contenido de marca puede plantear problemas éticos al difuminar las diferencias entre contenido informativo (el propio de un medio de comunicación) y contenido persuasivo (el propio de un anuncio o ficción, dotado generalmente de componentes narrativos para resultar más atractivo), las normativas internacionales cada vez insisten más en identificar este contenido como patrocinado (por ejemplo, dentro del propio «nytimes.com» o diferenciándose de las demás publicaciones orgánicas en los feeds de Instagram).